Cuando Rodrigo se nos fue, muchas personas se acercaron preguntando qué podían hacer o decir para que todo nos fuese más leve. Luego se fueron alejando, porque pensaban que debíamos superar ésto como una gripe o una enfermedad malvada pero olvidable. Querían que volviéramos a ser los de antes. Y no les gustaban nuestros yos nuevos.
Tal vez porque lo nuestro pudiera ser contagioso. Tal vez porque no éramos tan animosos como antaño. La mayoría de las veces porque nos aburría y hasta sacaba de quicio la conversación vana, la diversión simplona, la superficialidad… Algo que antes no captábamos y que ahora desgastaba la poca energía emocional de la que podíamos disponer.
La muerte de Rodrigo cambió para siempre nuestras vidas. El dolor de su ausencia estará con nosotros permanentemente. No es fácil responder a la pregunta»¿Cómo te sientes?» Casi siempre diremos que bien. Pero esa es la contestación políticamente correcta. No es plan ir desnudando el alma cada día.
Sin embargo, no interpretéis que nos hiere la pregunta; y mucho menos que no queremos hablar de nuestro hijo, o escuchar su nombre. Al contrario. Necesitamos oír hablar de él. Oír que fue importante para vosotros también. Por favor no quitéis sus fotos o cualquier recuerdo suyo que conservéis.
Estamos haciendo todo lo que podemos para aceptar la ausencia de Rodrigo y darle sentido a nuestra existencia sin su compañía. Nunca pensamos que nos iba a faltar. Le vamos a añorar en cada momento feliz y en cada situación difícil. El dolor de su asesinato cruel nunca desaparecerá del todo. Pero prometemos, especialmente por él y su dulce memoria, luchar para que no condicione nuestras vidas.
Si algunas veces estamos un poco más retraidos o irritables es porque la tristeza nos agobia y nos cuesta sobrellevar la pena. A veces es como tener la piel en carne viva. Cualquier roce, por insignificante que sea, produce un dolor inmenso.
Por eso, a ratos nos alejaremos de la familia y los amigos, o de situaciones que puedan recrudecer nuestro dolor. Necesitaremos espacios de intimidad y sosiego, para recolocar lo que el torbellino de la vida va desubicando en el día a día.
Deseamos que entendais que el dolor cambia a la gente, que cuando Rodrigo murió, una parte muy grande nuestra murió también con él.
Parece que somos los mismos, pero no. Nunca volveremos a serlo. Deseamos mucho que podais comprender nuestro dolor, la inmensidad de nuestra pérdida, nuestro silencio y nuestras lágrimas… sin tener que escenificarlo. Simplemente dadnos un poquito de espacio.
Al mismo tiempo esperamos de verdad que nunca lo comprendais desde esta experiencia terrible.
Queremos agradecer, también, a la familia y a todos los amigos que leeis esta páginas el amor, la paciencia y el apoyo que nos brindáis desde la discreción que a nosotros tanto nos ampara. Mil gracias.
Finalmente, nuestra creencia en que volveremos a encontrarnos con Rodrigo hace que el duelo sea más llevadero. Nos llenan de esperanza las experiencias y escritos de Moody y de Kubler-Ross:
“No sólo creo que hay una vida después de la muerte, sino que lo sé, tenemos datos suficientes verificables y es importante compartir este conocimiento con la gente”.
“Observé que poco antes de morir los enfermos se relajaban, incluso los que se habían rebelado contra la muerte. Otros, al acercarse su final parecían tener experiencias muy claras con seres queridos ya muertos y hablaban con personas a las que yo no veía. Prácticamente en todos los casos la muerte venía precedida por una singular SERENIDAD”
“Morir es trasladarse a una casa más bella,
se trata sencillamente de abandonar el cuerpo físico
como una mariposa abandona su capullo de seda” Elisabeth Kubler-Ross
En vista de que esta página recibe muchísimas visitas, hemos decidido escribir en otra bitácora las opiniones y experiencias que nuestro duelo nos ha hecho ir madurando.
Estáis todos invitados a ella: Calcetines del revés
Marisol, vi otras fotitos de Rodrigo
Que guapo era, con su sonrisa mágica,
Lei que le hubiese gustado viajar a Grecia o a Roma, evidentemente como a mi le apasionaba la historia, yo ya habia leido el libro completo de historia antigua y medieval antes de comenzar la escuela secundaria. Y adoraba la mitología, dioses, ninfas, semidioses, ritos, en realidad leia todo lo que llegaba a mis manos porque al ser 6 hermanos no habia dinero para comprar muchos libros.
No se al verlo a Rodri pense en mi niñez, me dio un poco de paz, como Meli.
Si estuvieran vivos los casaría, como las viejas Celestinas. Los dos juntos nunca conocerían el aburrimiento, no pararian de reirse y hablar, de cualquier tema, porque todo lo querían saber, fueron y seran mas sabios que nosotras, mas humanos, mas buenos, mas sensibles, mas inocentes y puros. Sabían que AMOR es mas que una palabra de 4 letras
Amiga de las penas…
Cuando se acercan a nosotros (con su mejor intencion) a preguntar como estamos, no comprenden que nunca estaremos bien. Es cono si nos cortasen las piernas y a los 10 años nos preguntasen ..¿como estas? hombre pues sin piernas.
Aqui es lo mismo, estamos sin nuestro hijo, y solo descansamos el nomento en el que no esta en nuestra mente, pero al momento siguiente que lo recordamos, volvemos a esta rmal.
Un beso desde el dolor
Leyendo por aquí he llorado, dejando caer mis lágrimas resbalando por mi cara como un torrente…… ya hizo 10 largos años en los que me quedé sin mi amada hija. Un accidente se la llevó para siempre con sólo 24 años, en la flor de la vida. Una hija cariñosa y dulce, nuestra flor querida…..desde entonces ya no soy la misma. Es un hecho que te cambia y es para siempre. Cambias la manera de ver el mundo, y en general he perdido la paciencia en muchas cosas, desearía poder ir más a mi aire, y no tener que aguantar , lo que para mí, son tonterías. Ahora mi otro hijo, mi querido hijo, nos va a hacer abuelos, éso me hace ilusión, poder acunar a un nieto y achucharlo pienso que me dará una inyección de energías positivas. Os deseo lo mejor, mamá de Mª del Mar