Desanimada 

Aunque evito pensarlo, la fecha siniestra de tu aniversario está en mi subconsciente. Marzo se cerca y me amenaza con sus abrazos gélidos. Ay, Rodrigo, serán catorce años ya. Por favor, hijo échame una mano, que ando muy perdida.

Besos y abrazos, risas y guiños, te quiero, Rodrigo, nunca te olvido, ¿andas por ahí? ¿Me oyes?

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.