Fuerte tendencia a la ansiedad 

En estas fechas de marzo, con el final de trimestre incluido, siento que mantengo a raya el estrés a duras penas. 

El próximo domingo, dentro de una semana, es otra vez once de marzo, hijo. Y no importan el largo tiempo  que ha pasado. Como cada año, deseo pasar por el aniversario suavemente, de puntillas; que lo cotidiano me arrope y proteja del dolor. Pero el mundo no funciona así.

Como en cascada caen sobre mi alma dolorida problemas nuevos que en otras fechas serían solventados con mucha menos dificultad emocional. Resuelvo los urgentes y pospongo lo que puede esperar, pero son un nuevo runrún de angustia que suena en off, que no parece en principio  demasiado incomodante y que termina siéndolo, por supuesto. Nunca hay nada fácil.

Al menos parece que la conspiranoia que nos ha torturado en cada aniversario hasta 2017 no ha rebrotado. Habrá que esperar hasta el último momento para poder corroborarlo. Andan las huestes de trolls muy ocupadas con otras obsesiones impostadas más urgentes, pero nunca se sabe. Ojalá este décimo cuarto sea tranquilo.

En la madrugada, Rodrigo, como cada sábado, te pienso, te llamo y te quiero. No te olvido. 

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.