11 de enero de 2022

Hago el cómputo de los onces de tu ausencia, Rodrigo, y me salen 218. Ay, hijo, resulta que cuento los meses sin ti como hacía antes, cuando eras un bebé y parecía que la vida iba a ser bondadosa contigo.

Tal como teníamos previsto, estamos en Alicante, en la casa de los lalos que ahora es nuestra y nos arropa mucho. G nos pidió que no dejásemos de venir, pues pasa la COVID-19 flojita. Después del susto, menos mal que no tiene ni fiebre, solo congestión nasal, laxitud muscular y dolor de cabeza, como un resfriado. En fin, se nota que es joven y tiene las dos vacunas de Pfizer. Estos días, entonces, teletrabaja y prefiere que estemos lejos para no contagiarnos.

Poco más te puedo decir, cariño. Que Papá y yo nunca te olvidamos y que te queremos. Hasta pronto, montones de abrazos de la pesada que te quiere tanto: Mamá.

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