
Hola, hijo, te escribo desde el móvil. Se me había ido de la cabeza que hoy es sábado, solo preocupada por la cena de esta noche.
Ya sabes que no celebramos mucho esta fecha. Incluso pensábamos no dedicarle la más mínima atención, porque tu hermano iba a pasarla en casa de su suegra.
Pero en el último momento han cambiado los planes y los dos estarán con nosotros. La vida dispone así, en un instante.
Recuerdo tu último fin de año y el disfraz de mago que llevabas puesto. Lo contento que estabas entonces y lo ajenos todos al quiebro del destino que nos esperaba a la vuelta de dos meses y medio.
Por eso, entre otras cosas, aprovechamos las oportunidades de estar juntos siempre que se nos presentan. Por eso disfrutaremos al máximo esta noche. Y brindaremos por ti.
Te queremos. Millones de abrazos de oso: Papá, Mamá y Gonzalo.