Agosto

Siento cada vez con más dolor que ya no eres de aquí, hijo. Y lloro el vacío de tu silla, tu habitación, tu armario y tu biblioteca.

Espero que estés bien al otro lado, siento celos de todos los días que llevas allá, de la vida que no nos dejaron compartir contigo.

Te quiero. No te olvido. Vuela alto.

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