El penúltimo sábado de agosto 

Pasan los días y la vida. Ese nuevo atentado nos hace pensar intensamente  en ti, en todo lo que nos robaron con tus pocos años. En la maldad y estupidez humanas.

Evito los informativos recurrentes y obsesos, pero a la vez  considero necesario no aislarme del todo y procuro estar mínimamente  informada. Una paradoja insoportable. Y es imposible no sentir que todo se remueve.

Te queremos. Nunca dejes de volar. No te olvidamos, espéranos.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.