11 de octubre

Trece años y siete meses. Sigo contando el tiempo sin ti. Qué largo cómputo de onces desde el maldito jueves que te arrancó de nuestra familia para siempre.

Sigo también escribiéndote, aunque ahora no sea para conjurar la tristeza. Es para decirte que no te olvidamos, hijo.

Volveremos a abrazarnos.

 

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.