Tuvo una vida corta como estrella fugaz. Sus pocos años estuvieron marcados por una enfermedad repentina y aniquiladora. Su final sorprendió pero a la vez era esperable. Y sin embargo a todos nos ha dejado tocados.
Pobre chiquitito. Martín. El niño que nunca vimos pero todos hemos amado en la distancia se cansó de luchar.
Espero que le hayáis recibido con abrazos enormes ahí, en el Otro Lado.