8 de mayo de 2021

Buenos días de sábado otra vez, hijo. Te escribo, como es habitual, tecleando en el móvil. Muy temprano. En medio de esta larga monotonía pandémica.

El jueves vacunaron a papá. Fue un llamamiento rápido. Recibió el aviso el mismo día, con apenas ocho horas de margen. Al menos ya fue. Ahora hay que dejarle tiempo al sistema inmunitario.

El lunes empezó la preventa de mi primera novela publicada. Han respondido muchos amigos, menos mal. La preventa dura, sin embargo, varias semanas. Te iré contando.

Tu hermano y su mujer siguen bien. Los vemos poco, pero estuvimos juntos el día de mi cumpleaños, (en el exterior y con mascarilla, por supuesto).

Las restricciones empiezan a aflojar la próxima semana. La gente ya no las soporta y puede ser que se produzcan rebrotes. Parece que, sin embargo, serán menos graves gracias a la constante vacunación. Yo añado, que también a la responsabilidad de muchos ciudadanos sensatos.

Y eso es lo que te puedo escribir. Ya me gustaría tener noticias tuyas, desde tu universo paralelo. Agradezco, en cambio, las ayudas y guiños que considero tuyos y que alimentan mi esperanza. Sigue enviándonos esos rayitos de luz, por favor, Rodrigo.

Te queremos. Vamos a buscarte. Hasta pronto.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.