7 de mayo de 2022

Buenos días, Rodrigo, cómo corre el tiempo. Después de la dureza de marzo, abril se me ha ido sin sentir, en un suspiro. Siete días de mayo también han desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. Aqui estamos, cariño, con las rutinas cambiadas, pero conviviendo mucho con tu hermano, y muy alegres porque se recupera bien, sin contratiempos.

Tengo, ademas, otras novedades. La mas llamativa es un coche nuevo, que me hace, por cierto, muchísima ilusión. Aunque me daba terrible nostalgia deshacerme de Gordito, Felino ha llegado pleno de buenos augurios. Es lindo, silencioso y suave como un gato gris. Y con muchas novedades tecnológicas. Después de 18 años llevando un 4×4 diésel, parece que ahora conduzco una nave espacial. Jajaja.

Ay, cielo, recuerdo que de niño querias ser astronauta y me inunda la ternura. Cómo me gustaría compartirlo contigo y reirnos juntos de esta sensación… Voy a hacerlo con tu hermano, le llevaré al fisio hasta que él mismo pueda volver a conducir, pero me faltas tú.

Ven a dar una vuelta, hijo, como cuando eras peque. Siéntate a mi lado y ríe, como entonces, antes, cuando estabas aquí. O ubícate atrás, con tus amigos. Siempre tienes tu sitio. No dejes de venir.

Ni de volar alto. Te queremos. Miles de abrazos de oso: Mamá.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.