
Buenos días, Rodrigo. Te escribo desde casita, con el mismo cariño y la misma añoranza de siempre. Poquito nuevo tenemos hoy, y es perfecto, ya sabes. Mejor la rutina diaria que un nuevo susto.
Todo sencillo y bien. No pedimos más. Ojalá sea siempre así.
Te queremos. No te olvidamos. Muchos abrazos de oso. Hasta prontito: Mamá.