
Ha pasado otra semana , buenos días, Rodrigo. Todo sigue normal, no necesitamos giros de guion vitales, así que poquita cosa nueva puedo comentarte en estas pocas frases de hoy.
G ya camina sin muletas, aunque cojea todavía. Papá trabaja duro y yo entretengo las horas con amenidad, contenta de disfrutar de esta suerte de tiempo libre que estoy viviendo ahora.
La lluvia nos acompaña, por fin, tras un veranillo de San Miguel muy prolongado, y los colores del otoño, y su dulzura. Te pienso mientras contemplo el jardín y deseo con todas mis fuerzas que me estés escuchando y que podamos reunirnos de nuevo al final de esta existencia.
La duda duele, prefiero la esperanza. Cuídate, cariño. Que nos volvamos a abrazar. Millones de besos, Mamá.