
Ando, de nuevo, sumergida en la irrealidad, Rodrigo. Me parece moverme en un sueño, a ratos pesadilla, en que sucesos, situaciones y gente se diluyen en la niebla.
Son fases, ya lo sé de crisis anteriores, pero no por eso dejan de extrañarme o de producirme su dolor romo.
Por lo demás, generalizando, estamos bien. Seguimos enteros. Seguimos.
¿Y tú, cariño?
Ojalá supiera, pudiera, verte y darte muchos abrazos. Cuídate. Te quiere hasta el infinito: Mamá.