Otro sábado más

De nuevo te escribo, entre la nostalgia y la enormísima cantidad de tiempo sin ti, Rodrigo. Hoy, que empieza el otoño, te pongo estas líneas para decirte, como siempre, para siempre, que te echamos de menos.

Qué más puedo contarte, cosas sencillas y cotidianas, menos mal que no terribles. Y que sigan siendo así, por favor, que ya no queremos más pesares.

Aunque llegarán, quién lo duda, nadie tiene aquí bula especial de suerte para todo. Mientras tanto, somos felices en nuestra sencillez, aunque nos duela tantísimo el hueco que has dejado.

Te queremos, hijo. Hasta prontito: Mamá.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.