Sigue la vida

Sigue la vida, sí, y nosotros intentamos no quedarnos atrás y continuar con ella.

Al final del camino esperamos encontrarte, Rodrigo. Y nos cuesta no desfondarnos en el día a día de cosas tantas veces estúpidas. Pero ¿qué nos queda, si no?, ¿malvivir?, ¿malgastar nuestro tiempo en esta tierra?

A menudo me asaltan el miedo y la desesperanza. Sin embargo, aquí me tienes, hijo: luchando.

Por tu padre, por tu hermano, por tu dulce recuerdo, por mí misma. Te prometo que siempre lucharemos.

No te olvides tú, por favor, de hacernos tus guiños curativos.

Te queremos.

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