Una cierta mejora 

Buenos días somnolientos, hijo. He dormido poco pero estoy más animada que estas últimas semanas. Me han venido muy bien los días de descanso y, sobre todo, los trece  ejercicios seguidos de relajación del curso que hicimos papá y yo entre el viernes y el sábado.

Encaro la segunda mitad del trimestre con serenidad. Aunque la fecha fatal de tu muerte me espera a la vuelta de la esquina, me pertrecho de esperanza.

No dejes de volar alto, Rodrigo. Te queremos. 

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