Casi mayo 

Nuestro mes. Ese en el que los dos, tú y yo, nacimos, Rodrigo.

Ojalá estuvieras aquí para celebrar juntos los dos cumpleaños. Qué pocos tuviste, hijo. Me habría cambiado contigo para que hubieras podido vivir todo lo que se te quedó para siempre en el tintero. Pero se te llevaron de aquí, cariño. Y desde entonces tengo tu ausencia clavada en el alma.

Me entretengo con los penúltimos exámenes ordinarios. Menudo tostón. Y te pienso. Y te quiero.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.