Hace ya tanto tiempo que no estás que me falla la memoria. El presente se adueña de mis impresiones y los recuerdos del pasado se vuelven inconsistentes, como si nunca hubieran sucedido. Charlando con tu hermano, Ela y papá, sin embargo, sale a colación un suceso en el que estabas. Y vuelves por un ratito.
No es mucho, hijo. Pero es lo que tenemos.