11 de junio

Llega otro de nuestros onces y añoro tu risa sonando por la casa. Unas golondrinas nos visitan, curiosas y alegres como tú.  Vierto lágrimas de desconsuelo, pero siempre, siempre, hijo, añado a  tu ausencia unas gotas de esperanza.

Así vivimos sin ti, Rodrigo. No te olvidamos. Vamos a buscarte.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.