Esto se acaba, Rodrigo.
Siento que me acerco a otro momento inexorable. Y que indefectiblemente todo llega.
He elegido empezar antes esta nueva etapa para disfrutar de ella, pero es inevitable pensar en su significado abstracto. Y preocuparse es un signo de responsabilidad y de consciencia.
Nueva vida, nueva perspectiva vital, novedosas variables a partir de unos pocos días.
Contigo siempre, hijo. Con tu nombre en los labios. Nunca te olvido. Te quiero.