Hemos pasado el día con tu hermano y su mujer para nuestra doble celebración del cumpleaños de papi y de mi cambio de fase laboral. Qué suerte y alegría tenerlos cerca y que sean tan encantadores.
Comimos en nuestro italiano favorito, fuimos luego al cine a ver la nueva versión de Aladdin, y terminamos en casa visionando vídeos viejos de nuestros viajes en los que hacíais chistes y gamberradas y érais los dos unos adolescentes de 15-16. Me gustó verte en movimiento y volver a oír tu voz.
La revuelta emocional se ha calmado y estoy procurando poner mi mente en modo vacaciones. Pienso en ti y te sigo echando de menos. Ojalá estuvieras aquí. Te quiero.