Junto al mar

Aunque seguimos de vacaciones no perdemos el contacto con tu hermano. Tampoco quiero dejar de comunicarme contigo. A él le mandamos whatsappitos, a ti te escribo entradas en esta bitácora.

Y así pasan estos días especiales, junto a la playa, que paseamos por las mañanas, y en las citas literarias de la Semana Negra por las tardes.

La temperatura es excelente, entre 21 y 24 grados, y el sol, cuando sale, no achicharra. Veo las de nuestra ciudad, rondando los 40, y sé que voy a echarla de menos en cuanto regresemos a casa.

Pienso en ti con nostalgia, Rodrigo. Ojalá estuvieras en este universo nuestro y no en ese al que se te llevaron a la fuerza y apenas te intuyo. Te echamos de menos, hijo, nunca dejamos de quererte. Espéranos.

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