¿Dónde estás, hijo?
De pronto el día se llenó de ruido y en ese caos te pierdo la pista.
Apenas sé la fecha en que vivo, solo disfruto de lo inesperado, de lo que va surgiendo en las vacaciones. Pero un mensaje comercial me ha prevenido, de pronto: hoy, día 11, a las 11:11 tenía disponible un descuento y varias ofertas en ropa y moda.
Lo he aprovechado para escribirte a ti. No me dirás que se me ha escapado el guiño, Rodrigo. Como el de hace poco: If you are looking for a sign, this is it, que me instaba a comprar unos cosméticos.
Me encanta comprobar que mantienes tu sentido del humor.
Te quiero. No te olvido, cariño. Gracias por hacerme llegar que tú tampoco te olvidas de mí.