Hola, cariño. Hoy hemos tenido sol, viento, tormenta y ponencias muy interesantes en la Semana Negra. Casi se me fue de la cabeza que es sábado y me toca ponerte unas letras.
Yo sé que a ti no te importa, que estamos en contacto siempre y muy en especial estas últimas horas. Después de algunas noches de angustias y temores, ha vuelto la calma. No consigo coger el sueño, pero no estoy agobiada. Tecleo un rato, mientras me alcanza.
Llevamos varios días aquí, ya te lo he escrito antes. Y hemos presentado tu libro. Y conocido a mucha gente estupenda. Mañana toca recoger y pasado volvemos a casita, pero nos iremos con las pilas recargadas de energía y de nueva esperanza.
Por eso estoy contenta. Y renovada. Y parece que han pasado un montón de semanas desde que acabó el curso, aunque han sido solo trece días.
No te olvidamos, Rodrigo. Te envío todo nuestro amor. Hasta prontito.