Sábado en casita

Un niño mira cómo llueve. Se parece mucho a ti.

Echo en falta las buenas temperaturas del norte, el chaparrón refrescante de la última tarde en la Semana Negra, tu risa, el barullo con que tu hermano y tú envolvíais nuestra casa, ahora tan silenciosa.

Tecleo muy temprano estas líneas de cariño y recuerdo, y ya hace calor. Poco podemos hacer algunos días excepto resistir. Cuesta hasta pensar con lucidez.

Te escribo y así te tengo cerca. Te cuento nuestro día a día, y de esa manera te incluyo en la ecuación.

No te olvidamos, Rodrigo. Entre todos estos trajines vamos a buscarte. Vivir sin ti es muy difícil, aunque nos alienta la esperanza chiquita pero constante del reencuentro. Te queremos.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.