
Vuelvo a este rincón virtual donde nos encontramos tú y yo, y nos hablamos bajito. Anteayer por nuestros onces, hoy porque es sábado. Buenos días.
Son las siete, me acurruco a tu vera y te digo que todo sigue igual, que no tengo nada nuevo que contarte, (más allá de las pequeñas circunstancias que ya sabes de días anteriores), lo que en estos tiempos azarosos hay que considerarlo cosa buena.
Hoy sólo vengo a verte, a sentirte, a recordarte que te quiero. Estamos aquí, cariño, en nuestra casa, no nos olvides tú. Desde los árboles y el jardín te hacemos señas. No dejes de velar por nosotros.