
Hola, cariño, buenos días. Como novedad te cuento que estamos de vacaciones. No vamos a salir a ningún sitio, porque todavía nos pesan las medidas de precaución, pero tendremos unos días sin obligaciones.
El jueves fue el cumpleaños de Papá y nos vimos un ratito con tu hermano y B. Lo celebraremos hoy en casa también con ellos. Hemos quedado a comer y lo que surja.
Ojalá pudieras venir tú. Y tu familia. Y tu risa, tu ingenio, tu forma de entender la vida. Nos falta todo lo tuyo, Rodrigo. Siempre te echamos de menos. En lo cotidiano y en los momentos especiales. Siempre, sí. Siempre.
Aquí seguimos, hijo, queriéndote y esperándote. Diecisiete años y cuatro meses ya, pero sin olvidarte ni un solo día. Escribiéndote todos los sábados. Pensando en ti.
No dejes de cuidarnos. Millones de besos y abrazos de oso. Con todo cariño, Mamá.