
Todavía soy capaz de distinguir nuestros días once,Rodrigo. Aunque tengo el sentido del tiempo bastante deteriorado.
Pienso en ti. Te llamo. Me ronda la desesperanza y los miedos se han hecho compañeros de camino. Sin embargo, resistimos. Papá me anima mucho. Tener a tu hermano cerca, también.
No te olvidamos, hijo.