
Hola, cariño, buenos días navideños. Te saludo desde otra Nochebuena extraña. La de 2020, por la pandemia, nos reunimos solamente con tu hermano. Esta vez hemos estado solos Papá y yo.
B no pudo quedarse con su familia, por brote inesperado de COVID-19. G ya estaba con nosotros y el asado casi en su punto cuando llamó para decir lo que pasaba. No quería venir con nosotros por prudencia y, por supuesto, le pedimos a tu hermano que no la dejase sola en Nochebuena. Así que ellos y nosotros hemos cenado en pareja.
Hoy tocaba comer juntos los cuatro. Se harán una prueba antes de venir. Ya veremos qué sucede.
Así que anoche Papá y yo comimos cordero y bebimos lambrusco, y nos fuimos pronto a la cama. Tal vez hoy comamos en familia. O quizás no. Sin embargo, no estamos tristes. Quizá porque te soñé la noche previa. O porque habíamos estado un ratito con G. O porque hemos aprendido a querernos en la distancia, a pesar de todo.
Feliz Navidad, Rodrigo. Millones de abrazos.