
Buenos días, Rodrigo, desde casa y una noche tropical. Llevamos ocho días de calor intenso. Quizá mañana bajen, por fin las temperaturas.
Poco más puedo contarte, cariño. Sigue la gymkana vital, no nos da tiempo a aburrirnos. Siento cierta desconexión de la realidad, todavía cansancio, entre obligaciones y cotidianidades extrañadoras.
Papá y yo te echamos de menos.
Siempre.
Te mando cariños, abrazos de oso, series, libros y canciones. No te olvidamos.