Melancolía

Me duele comprobar que ya no espero oir tu voz por la casa, que la realidad de tu ausencia se ha apoderado de esos momentos que volvían a veces y me hacían sentirte más cerca. Pero no me rindo. Te llamo, te pienso y te quiero como siempre, incluso más. Con mi amor no va a poder el tiempo. Lucharé por ti hasta que mi memoria se borre o se me lleve la Parca.

No me olvides tampoco tú, Rodrigo. No pasees los prados celestiales que borran los recuerdos, sigue siendo uno de nuestra pequeña familia de cuatro, hijo, por favor.

Volveremos a vernos. Y a abrazarnos con mil abrazos de oso. Te quiere: Mamá.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.