
El otoño está siendo seco y dulce, con muy buenas temperaturas. Las hojas de los árboles empiezan a amarillear, la viña enrojece, y el lyquidambar fluctúa entre ambas tonalidades. Tu árbol favorito y las vistas del jardín desde tu ventana nos hablan de ti, aunque no estés.
Hoy tengo una presentación de NINA. Vendran G y B. Y no sé cuántos amigos, supongo que poca gente ya, pero la hago. Por fin sin mascarillas.Si estuvieses aquí, si vinieras, ¿cómo sería? Te echo en falta siempre.
Tendré nueva publicación dentro de un año y ya casi termino otra novela más, la vida fluye suave y me asustan los zarpazos que puede darnos de pronto, en cualquier momento inesperado. Estrés postraumático de manual al que no me acostumbro.
Pero así es esta existencia. Así vivimos, sin ti, hijo.
Te mando millones de besos, abrazos, libros, risas, música, pelis juegos y presentaciones literarias.Te quiere hasta el infinito: Mamá.