
Hola, Rodrigo, no es que no me acuerde de nuestra cita sabatina, es que ya te escribí ayer. Y estamos fuera, con conexión solo a ratos.
Pero, qué digo, si tú sabes que te pienso y te quiero siempre. Anda, hijo, por favor, Sigue cuidándonos. Millones de abrazos de oso: Mamá.