
Después del Black friday todo suena a Navidad, incluso las pelis tontas que ponen en la tele. Hola, hijo, buenos días de un nuevo sábado.
Otras Navidades sin ti.
A ratos me duelen la desilusión y la desesperanza. Otros, sin embargo, me inunda una cierta alegría vital. Siempre andamos entre esos vaivenes emocionales. Es nuestra forma de vivir desde que tú no nos acompañas.
Estas fiestas de 2022 ¿serán por fin sin contagios y las de una auténtica normalidad? Eso esperamos. Aunque tú no estés. Aunque tengamos tantas dolorosas sillas vacías.
Te echo de menos, Rodrigo. Y escribo tú nombre para interpelarte, y te llamo hijo, cariño o querido; ojalá pudiera hacerlo en persona.
No te olvidamos. Te queremos. Te quiero.
Vuelve a casa, vuelve, esta Navidad.